aprendizaje significativo
aprendizaje autonomo
APRENDIZAJE AUTÓNOMO
(Tomado del Módulo SIUP UNAD)
La proposición estrategias de aprendizaje está conformada por dos conceptos que relacionados entre sí conforman una definición muy particular. Al respecto se puede decir que las estrategias de aprendizaje son los procedimientos que pone en acción un estudiante cuando su meta es aprender. Son, además, planteamientos que determinan la actuación concreta en cada fase del trabajo académico; así entendida, la estrategia de aprendizaje está estrechamente relacionada con los objetivos, con las metas y con la planificación académica.
Para que una estrategia de aprendizaje sea eficaz debe estructurarse con actividades cognoscitivas básicas, conocimientos adquiridos previamente, actividades metacognitivas y conocimientos estratégicos; estos últimos son los que se orientan para alcanzar la meta de aprendizaje y que por lo general son las instrucciones para hacer un trabajo académico.
Las estrategias de aprendizaje revisten un lugar muy importante en la educación porque de su calidad y dominio depende el éxito o el fracaso académico. Por esta razón es importante reconocer que su clasificación las agrupa en las siguientes categorías: las estrategias de apoyo, encargadas de promover y sostener la motivación, la atención, la concentración en la tarea y la organización de tiempo y recursos para aprender; las estrategias de recirculación de la información, consideradas básicas y superficiales; las estrategias de elaboración, dedicadas a integrar, cohesionar y articular información existente con una nueva; las estrategias de organización, que posibilitan construcciones teóricas particulares y las estrategias de recuperación, que permiten emplear la información almacenada. El siguiente cuadro presenta una ampliación de la anterior clasificación:
tomado de
VICTOR HUGO LOPEZ YARA
Aprendizaje significativo
El aprendizaje significativo es, según el teórico norteamericano David Ausubel, el tipo de aprendizaje en que un estudiante relaciona la información nueva con la que ya posee, reajustando y reconstruyendo ambas informaciones en este proceso. Dicho de otro modo, la estructura de los conocimientos previos condiciona los nuevos conocimientos y experiencias, y éstos, a su vez, modifican y reestructuran aquellos. Este concepto y teoría están enmarcados en el marco de la psicología constructiva.
El aprendizaje significativo ocurre cuando una nueva información se conecta con un concepto relevante preexistente en la estructura cognitiva, esto implica que las nuevas ideas, conceptos y proposiciones pueden ser aprendidos significativamente en la medida en que otras ideas, conceptos o proposiciones relevantes estén adecuadamente claras y disponibles en la estructura cognitiva del individuo y que funcionen como un punto de anclaje a las primeras.
Es decir, en conclusión el aprendizaje significativo se basa en los conocimientos previos que tiene el individuo más los conocimientos nuevos que va adquiriendo. Estos dos al relacionarse, forman una confección y es así como se forma el nuevo aprendizaje, es decir, el aprendizaje significativo.
Además el aprendizaje significativo de acuerdo con la práctica docente se manifiesta de diferentes maneras y conforme al contexto del alumno y a los tipos de experiencias que tenga cada niño y la forma en que las relacione.
Características
En la teoría del aprendizaje significativo de David Ausubel, éste se diferencia del aprendizaje por repetición o memorístico, en la medida en que este último es una mera incorporación de datos que carecen de significado para el estudiante, y que por tanto son imposibles de ser relacionados con otros. El primero, en cambio, es recíproco tanto por parte del estudiante o el alumno en otras palabras existe una retroalimentación. El aprendizaje significativo es aquel aprendizaje en el que los docentes crean un entorno de instrucción en el que los alumnos entienden lo que están aprendiendo. El aprendizaje significativo es el que conduce a la transferencia.
HUMANISMO PEDAGÓGICO
«Humanismo» es un término que para nadie resulta hoy extraño, pues en la vida
ordinaria se lo escucha con relativa frecuencia. No obstante, este hecho no implica un
conocimiento cierto de sus rasgos y alcances. En ello radica tal vez la pertinencia de
esta sucinta revisión, que además está enfocada en el ámbito educativo.
1. Los primeros humanistas
El humanismo surgió como una imagen del mundo al término de la Edad Media
(Villalpando, 1992). Los pensadores humanistas fueron entonces intérpretes de
nuevas aspiraciones humanas impulsados por la decadencia de la filosofía escolástica,
cuyo centro de gravedad era la vida religiosa y la inmortalidad ultraterrena. El
humanismo vino a sustituir esa visión del mundo con la reflexión filosófica abundante
en productos racionales, en la que primaba la idea del hombre como ser humano,
verdadero e integral.
Así, a partir del Renacimiento se instaura un nuevo pensamiento pedagógico: ideas y
doctrinas de elevado sentido humanista definen desde este momento el carácter y el
valor de la educación, que adquiere de ese modo las cualidades de liberalismo,
realismo e integridad. En ese caso, el liberalismo reconoce el valor de la persona del
educando como la parte más significativa en su formación tanto como la autenticidad
del hombre. Dicho reconocimiento se vuelve patente, entre otras formas, con la
supresión de los castigos corporales. A su vez, el realismo reconoce la naturaleza del
educando como punto de partida para su educación, además de tomar en cuenta el
ambiente donde éste se desenvuelve. Por último, la integridad se refiere a la amplitud
de la educación y a la consideración del educando no solamente como un ser que
debe adquirir brillo para su persona o para cultivar aquello en lo que tenga capacidad,
sino que también lo contempla como un ser con alma, como un conjunto de
potencialidades, las cuales es preciso hacer que se desarrollen.
Entre los humanistas más destacados, cuya mirada se centró en lo educativo,
encontramos a Tomás Campanella (1568-1639), autor de La ciudad del sol, obra
utópica en la que señala a la educación como un medio para ennoblecer a los
hombres. Al tiempo de indicar que para el aprendizaje se requiere observación y
práctica directas, recomienda formar al hombre en las artes y procurar el
fortalecimiento de su vigor físico. En Francia descuella Francisco Rabelais (¿1494?-
1553), quien escribe Gargantúa y Pantagruel clamando por una educación útil, y
Miguel de Montaigne (1533-1592), autor de los Ensayos, donde asevera que la
educación debe formar al hombre mejor, librarlo de prejuicios sociales y de falsos
orgullos, hacer del educando un ser reflexivo, humanamente formado, antes que
repleto de conocimientos.
También es importante mencionar al español Juan Luis Vives (1492-1540). Autor de
El tratado de la enseñanza y La pedagogía pueril, considera a la sabiduría como la
diosa que gobierna la educación y al maestro como un padre amoroso de sus
discípulos con quienes comparte su saber. Vives también concibe a la educación, en ------------------------------------------------------------------------------------
¿Qué es el paradigma humanista en la educación?
Jorge Luis García Fabela
su Tratado del alma, como un medio constructivo para alcanzar una vida plena, digna
y edificante, cuya meta final son los valores morales.
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